Uno de los tipos de clientes más difícil de tratar es el indeciso. Atenderlo y venderle puede resultar una de las tareas más complicadas y lo más seguro es que todo ese esfuerzo se pierda si no sabemos cómo manejar las diferentes situaciones que se presentan con él. Por lo general suelen ser tildados como clientes fastidiosos que solo ven, preguntan y no compran. No son difíciles ni fastidiosos, solo son diferentes, y en la mayoría de los casos si sabemos tratarlos nos comprarán. Como vendedores, siempre queremos que el proceso de venta fluya con normalidad y con interacción coherente de ambas partes. Con un cliente indeciso, este esquema no existe, es como tratar con varios clientes a la vez, cada uno con una óptica y opinión diferente. Es el tipo de cliente que a nadie le gusta atender. ¡¡¡Pero alguien debe hacerlo!!!